arquitectura iconica

arquitectura iconica
Desde la antigüedad, muchas ciudades se han destacado por monumentos o edificios emblemáticos culturales, religiosos, conmemorativos, o cívicos. Estas construcciones, por su belleza, calidad  arquitectónica o tamaño, llegan a ser con frecuencia la representación de un país. Es un proceso lento que termina en que no se puede pensar en el icono sin el país y viceversa. Cuando Kefrén y Keops y después Micerino en el año 2540 a.C. construyeron en Guiza sus famosas pirámides, todo lo que querían era un espacio que pudiera contener sus almas por toda la eternidad. Nunca pensaron que se convertirían en la cara de Egipto ante el mundo. Dos mil años más tarde, Pericles reconstruyó la que llegó a ser, y sigue siendo, la acrópolis más bella de Grecia y, actualmente, la imagen representativa del país. Si usted hubiera nacido 300 años antes de Cristo, y hubiera llegado en barco a una isla griega pasando entre las piernas de una estatua colosal en bronce de 32 metros de alto que representaba al dios Helios, nunca olvidaría al coloso ni que la isla se llamaba Rodas. La estatua fue destruida por un terremoto setenta años después y aún hoy a Rodas se la identifica con ese coloso. Otro ícono, que después de desaparecido sigue como emblema de una ciudad, es la Biblioteca de Alejandría. Destruida por un incendio a finales del siglo III, y gracias a la poca y contradictoria información disponible, su tamaño y fama han seguido creciendo hasta convertirse en una leyenda. Diecisiete siglos después fue reemplazada por un hermoso edificio de los arquitectos noruegos Snøhetta. Para los amantes de la arquitectura, la hermosa Hagia Sophia, o Santa Sabiduría –mal traducida al español como Santa Sofía– es la representación de Estambul. Construida en el año 360 a.C., fue catedral patriarcal, catedral católica y mezquita por casi 500 años, hasta convertirse en museo en el año 1935. Su belleza compite con el Taj Mahal en Agra, un edificio construido en mármol blanco hacia la mitad del siglo XVII por el emperador musulmán Sha Jahan en memoria de su esposa; este monarca nunca imaginó las hordas de turistas que, siglos después, identificarían  ese homenaje con la India. Todos pensamos en Francia, y específicamente en París, cuando vemos la imagen de la torre que el ingeniero Gustave Eiffel construyó para la Exposición Universal de 1889. Pero el ejemplo más impresionante del último siglo, de un edificio que saltó a la palestra de los edificios emblemáticos, fue el de la Ópera de Sídney diseñada por Jørn Utzon. Este impactante teatro, gracias a su calidad arquitectónica, su originalidad y su emplazamiento, se convirtió en la imagen no solo de Sídney sino de Australia. Sin embargo, cuando se diseñó se hizo pensando en hacer un gran proyecto y no un ícono de un país. Bogotá no podía quedarse atrás y en el año 2012 la Cámara de Comercio convocó a un concurso internacional para el proyecto del Centro de Convenciones de Bogotá. Para ahorrar camino, pidió de una vez un ícono sin darse cuenta de que este –generalmente– no nace: se hace. Afortunadamente, el jurado lo entendió así y escogió el proyecto que consideró el mejor. Lo de ícono se verá más tarde.

Comentarios

Entradas populares de este blog

percepción estética en arquitectura

Empatía en la Arquitectura